Un brutal ataque perpetrado por militantes de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF, por sus siglas en inglés) el 13 de febrero ha dejado un saldo de al menos 70 cristianos asesinados en la colina Karmeli y la aldea de Kasanga. La masacre ha generado una ola de desplazamientos forzados, mientras la comunidad cristiana en la región teme por su seguridad, así lo informó Puertas Abiertas en un comunicado.
El ataque comenzó en la madrugada, cuando un grupo de extremistas irrumpió en Karmeli y secuestró a 20 hombres y mujeres, obligándolos a salir de sus casas bajo amenazas de muerte. La comunidad local, mayoritariamente cristiana, intentó organizarse para liberar a los cautivos, pero en la tarde del mismo día, otro grupo de militantes rodeó la aldea y capturó a 50 personas más.
Los secuestrados fueron llevados a una iglesia protestante en Kasanga, donde fueron asesinados con martillos y machetes en un acto de extrema violencia. Testimonios locales indican que, debido a la persistente inseguridad en la zona, muchas familias aún no han podido recuperar los cuerpos de sus seres queridos.
Éxodo cristiano y crisis humanitaria
La masacre ha obligado a cientos de cristianos a huir de sus hogares en busca de refugio en otras partes del país. “No sabemos qué hacer ni cómo orar; ya hemos sufrido suficientes masacres. Que se haga la voluntad de Dios”, expresó un líder cristiano de la iglesia CECA20.
Este ha sido uno de los ataques más mortales en Lubero desde que las ADF intensificaron su ofensiva en la región. En enero de este año, el grupo armado asesinó a más de 200 personas en Baswagha, según reportes de medios locales. La violencia ha afectado a las comunidades cristianas desde 2014, con ataques que se han extendido a los territorios de Irumu y Mambasa, y que ahora golpean con fuerza a Lubero.
Miles de cristianos han sido desplazados de manera reiterada, enfrentando la destrucción de sus hogares, el saqueo de propiedades y el cierre de iglesias, escuelas y centros de salud. Muchas aldeas cristianas han sido completamente abandonadas debido al temor y la inestabilidad.
Llamado a la acción
Organizaciones como Puertas Abiertas, que monitorean la persecución contra los cristianos en todo el mundo, han instado a la comunidad internacional a prestar atención a la crisis humanitaria en la República Democrática del Congo. La entidad exhorta a iglesias y creyentes a sumarse a la oración y a iniciativas de apoyo para los desplazados, como el evento Domingo de la Iglesia Perseguida 2025.
Mientras la violencia continúa en ascenso, las comunidades cristianas en la RDC enfrentan uno de los periodos más oscuros de su historia reciente, con la esperanza de que el mundo no permanezca indiferente ante su sufrimiento.
