“Estaba alabando a Dios.”
Así reaccionó Bevelyn Williams cuando se enteró que sería indultada por el presidente Donald Trump.
Williams, quien fue sentenciada a 41 meses de prisión por una presunta violación de la Ley de Libertad de Acceso a las Entradas de Clínicas (Ley FACE), se ha vuelto viral en los últimos días después de que un video la mostrara saliendo de prisión y saludando a su hijo de 2 años y a su esposo.
El clip, que fue ampliamente compartido en línea y muestra a Williams abrazando alegremente a su pequeño, resonó en miles de personas, una respuesta que ella calificó de «emocionalmente abrumadora».
“Cuando veo ese video ahora, se me saltan las lágrimas porque pienso: ‘Vaya… estoy de vuelta con mi bebé’”, le dijo a CBN News. “Como si una parte de mí se hubiera ido, y ver cómo se reconecta con mi totalidad… todavía estoy tratando de asimilarlo”.
Antes de su liberación, Williams dijo que esperaba que Trump la ayudara.
“Sabía que Trump no me iba a dejar en esa prisión”, dijo. “Si ganaba, me iba a atrapar. Lo sabía”.
A pocas horas de la investidura de Trump, el presidente inició el proceso de indulto a Williams y a otras 22 personas que fueron condenadas por violaciones a la Ley FACE.
Para Williams, la posibilidad de salir de prisión después de cumplir poco más de tres meses fue increíble.
“Estaba alabando a Dios”, dijo. “Estaba en medio de mi celda, gritando, orando en el Espíritu y alabando a Dios porque, una vez más, Él me liberó”.
Williams recordó que justo una semana antes del perdón sintió que el Señor había impreso en su corazón la historia del Antiguo Testamento de Sadrac, Mesac y Abed-nego.
“Los arrojaron a ese horno, pero lo que estaba programado que les sucediera no sucedió”, dijo. “Y [Dios] básicamente me estaba diciendo: ‘Escucha, eso no va a suceder. Salir y ver a tu hija con cinco años y perderte la mayor parte de sus años de juventud, eso no va a suceder’”.
Un comunicado de prensa de julio de 2024 de la Fiscalía de los Estados Unidos del Distrito Sur de Nueva York citó un incidente de 2020 durante el cual el gobierno alegó que Williams era culpable de «interferencia, incluso mediante amenazas y fuerza, con personas que buscaban obtener y brindar servicios legales de salud reproductiva en un centro de salud reproductiva en Manhattan».
El fiscal estadounidense Damian Williams dijo que las acciones de Williams fueron físicas y reiteró la afirmación de que ella impidió que las personas obtuvieran los servicios que querían.
“Lo hizo bloqueando físicamente el acceso a las clínicas, amenazando al personal y empleando la fuerza”, dijo . “Esta Oficina y nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley están comprometidos a garantizar que los pacientes que ejercen su derecho legal a obtener servicios de salud reproductiva, y los centros de atención médica y el personal que prestan esos servicios, puedan hacerlo sin interferencias ilegales o temor a amenazas o violencia”.
Pero Williams niega algunas de las acusaciones que se le hacen. Dijo a CBN News que organizó una manifestación de Jesus Matters en 2020, pero que no bloqueó puertas ni le dio un portazo a nadie, como se le alegó.
“Nunca me arrestaron”, dijo. “Nunca me pusieron una citación. Incluso hay un video que circula en Facebook en el que un oficial del tribunal dice que nunca bloqueé las puertas”.
Williams continuó: “Lo peculiar de mi caso es que esperaron dos años para procesarme justo después de que Roe v. Wade fuera revocado en los estados”.
Ella cree que la revocación de Roe y la llegada al poder del expresidente Joe Biden llevaron a un aumento de los procesamientos de personas provida, lo que marcó el comienzo de su dilema legal.
Williams dijo que no se dejó llevar por el odio, la ira o la rabia a pesar de lo que consideró un procesamiento y una detención injustos. Más bien, confió en su fe y en la comprensión del precio que podría pagar para darle sentido a su difícil situación.
“Soy cristiana”, dijo. “Nunca me sentaré y me mostraré amargada cuando sé que la persecución viene incluida en el paquete. Sabía eso cuando me inscribí. Sabía que, cuando llevo mi cruz, Él me dijo: ‘Cuenta el costo’”.
Williams continuó: “Si eres un cristiano mediocre, no lo soportarás. Pero si realmente estás sirviendo a Dios, sucederá. Realmente fui perseguida por mi fe. Así que, en realidad, no me avergonzaba por estar allí. Nunca pensé: ‘Hombre, no debería haberlo hecho’, y, en todo caso, la oración constante mientras estuve en prisión fue por la paz, por Shalom. Es traumatizante estar en esa prisión”.
Ahora que está libre, Williams continuará con su defensa de la vida. Dijo que se están abriendo nuevas puertas dentro del movimiento.
“Siento que Dios me está colocando como una muestra de su celo por Él y de cómo Él sigue cumpliendo”, dijo. “Y, entonces, si puedo ser como esa voz de la razón para que las personas simplemente sirvan a Dios y confíen en Él… siento que mi trabajo es unir a las personas”.
