Un Soldado de Jesucristo 

 2 Timoteo 2:3 Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. 4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. 

 Cuando una persona corriente ingresa a la fila de una institución castrense no se pertenece a si mismo. Está bajo órdenes de sus superiores. Algo importante del soldado es que tiene que ser una persona de obediencia con actitudes de servicio, dispuestos a entregar sus vidas por la institución que están representando. Lo primero que el Señor exige de sus soldados es obediencia y sometimiento. Usted amado hermano ha empezado a formar parte del ejército más grande del mundo. 

Desafortunadamente, hay soldados desobedientes y desorganizados y no como lo manda su superior. Cuando tomamos actitudes haciendo cosas a cómo me parece mejor, y no como me han enviado no sale bien. Estamos en un campo de batalla donde tenemos que seguir adelante porque no sabemos con que tipo de enemigo nos estamos enfrentando en lo espiritual. 

Estamos enfrentando enemigos fuertes. A veces tendremos que volar trincheras pero tendremos que seguir. Vamos a tener sed y hambre pero al estar en la batalla no podemos pensar en eso, pues estamos en el ejército del Señor. No puede haber obstáculos que no puedas vencer. No podemos violar de que como soldados tenemos que seguir hacia delante. Puede que el ataque sea aéreo pero hay que sobrevivir y avanzar. Puede que un compañero caiga herido el cual no puedes abandonar y tienes que llevártelo sin dejarlo abandonado. A veces nos hemos olvidado que hemos dejado al hermano herido. Un buen soldado no se detiene a criticarlo de porque fue herido, más bien lo ayuda a continuar. 

 Prédica: Pastor Henry Osoria 

 9/17/2024

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