Mientras se escuchaban discursos y aplausos en el United Center de Chicago durante la Convención Nacional Demócrata la semana pasada, afuera se desató el caos. En medio de todo, un grupo de ministros callejeros de Chicago compartió con valentía el Evangelio justo afuera del perímetro de seguridad.
«Fuimos un día en el que había feministas, comunistas», dijo Juan-Elias Riesco, que dirige “Chicago for Jesus”, un equipo multidenominacional apoyado por la Iglesia Internacional Metro Praise de la ciudad.
Riesco añadió: «Cuando nos comunicábamos con los revolucionarios comunistas de Estados Unidos, tuvimos una conversación de 10 a 15 minutos. Hablamos de Jesús y les explicamos que la Biblia es mucho más suficiente que cualquier manifiesto comunista».
Continuó: “Tuve el privilegio de ministrar el evangelio a una persona trans. La miré y le dije: “¿Sabías que fuiste maravillosa y asombrosamente creada a imagen de Dios? Que Dios no te diseñó para que fueras trans, sino que te hizo perfectamente como eres”.
Sus encuentros fueron a menudo impactantes y, en ocasiones, chocantes.
«Sabemos que las cosas pueden empeorar en cualquier momento», dijo Riesco. «Pero hermano, creemos que Dios nos ha llamado a ir a estos lugares».
Chicago for Jesus mantuvo su foco en esos lugares, incluso cuando fue abordado por un manifestante antiisraelí.
«El mismo tipo que nos estaba persiguiendo y echándonos en cara, encontramos su teléfono y se lo devolvimos», relató Riesco. «Nos miró y dijo: ‘Vaya, esto sí que ha cambiado mi perspectiva sobre ustedes’, y después de eso pudimos ministrarle».
La semana pasada, se trató de un ministerio en la Convención Nacional Demócrata; esta semana, podría ser frente a una clínica de abortos de Chicago o un festival de música local. Riesco dice que cualquier lugar es un buen lugar para hacer lo que exige su nombre: llegar a «Chicago para Jesús».
«Sabemos que la verdad del evangelio es lo único que puede atravesar estas mentiras y salvar las almas de estas personas», concluyó Riesco.
