Evangelicals For Harris está lanzando su segundo anuncio en los medios en varias semanas, esta vez usando el texto bíblico de 1 Juan 4 que menciona a los falsos profetas y cómo los cristianos deben “probar los espíritus para ver si son de Dios”. La implicación y el contexto son bastante claros: quieren que los evangélicos se pregunten si el expresidente Donald Trump cumple con las características de un falso profeta.
Sin duda, este anuncio irritará a algunos evangélicos conservadores. Quienes apoyan a Trump lo ven como alguien que promueve los valores bíblicos en lo que respecta a la política. También argumentarán que en realidad es la izquierda cristiana la que está difundiendo una presentación falsa del mensaje bíblico.
Sin embargo, Evangelicals For Harris quiere que los votantes cristianos cuestionen lo que creen que es una retórica que carece de “testimonio cristiano” y está vacía del mandamiento bíblico “Ama a tu prójimo”.
Es fundamental recordar que Evangelicals For Harris no está tratando de atacar a los fieles evangélicos incondicionales de Trump. Ese no es el juego.
Según Pew Research, entre la base de votantes protestantes evangélicos blancos de Trump, el 37 por ciento lo ve como un “GRAN” presidente; otro 37 por ciento dice que ha sido un “BUENO”. Pero aquí está la clave: el 9 por ciento lo consideró simplemente PROMEDIO; el 6 por ciento dijo que era un presidente MALO y el 10 por ciento dijo que TERRIBLE. En total, eso representa un 25 por ciento de evangélicos conservadores que son relativamente flexibles/mayormente tibios en el mejor de los casos.
Si Kamala Harris logra el apoyo del 20 por ciento o más de estos evangélicos escépticos, lo más probable es que gane la presidencia. Eso es lo que nos dice la historia. Basta con preguntarle a Joe Biden, que lo logró, y a Hillary Clinton, que no lo logró.
