MULTAN, Pakistán (AP) — La mayoría de los sospechosos de un ataque realizado el año pasado contra una minoría cristiana en el este de Pakistán por una presunta blasfemia no han sido arrestados y las autoridades no han dado justicia a las víctimas, señaló el viernes un grupo defensor de derechos humanos.
“Más de 90% de los sospechosos del ataque en Jaranwala, en el distrito de Faisalabad en Punjab, aún siguen prófugos”, dijo Amnistía Internacional en un comunicado sobre el aniversario de uno de los peores ataques contra cristianos en Pakistán, en el que se destruyeron iglesias y casas de miembros de esa comunidad religiosa.
La violencia surgió cuando varios musulmanes dijeron haber visto a un cristiano local y a su amigo profanando páginas de un ejemplar del Corán. El ataque fue condenado en toda la nación. Ninguna persona murió debido a que los aterrorizados cristianos huyeron rápidamente a lugares más seguros.
Amnistía Internacional indicó que obtuvo su información de la policía tras presentar una solicitud de derecho a la información. Señaló que, de los 5.213 acusados, 380 fueron arrestados y 4.833 aún estaban prófugos. Dijo que, de las personas arrestadas, 228 fueron liberadas bajo fianza y a 77 más se les retiraron los cargos.
El organismo indicó que los juicios de los sospechosos aún no inician y que cerca de 40% de las víctimas que perdieron sus propiedades aún esperan una compensación del gobierno.
Abid Khan, jefe regional de la policía, dijo que los investigadores han enviado los casos de los sospechosos ligados a la violencia a un tribunal antiterrorismo, y que se espera que su juicio comience pronto.
“A pesar de que las autoridades afirman que habrá rendimiento de cuentas, la acción manifiestamente inadecuada ha permitido un clima de impunidad para los perpetradores de la violencia en Jaranwala”, dijo en un comunicado Babu Ram Pant, subdirector regional para el sur de Asia de Amnistía Internacional.