Señor nuestro Dios, venimos ante ti en el grandioso nombre de Jesucristo. Te agradecemos que mientras vivamos todavía en la tierra, tú nos das esperanza y alegría en este gran nombre. Que por medio de tu Espíritu nazca algo dentro de nosotros, y nos volvamos de una sola mente con Jesucristo. En todas nuestras relaciones con los demás, que aprendamos que es mejor someternos con paciencia que dominar; mejor servir que gobernar, mejor ser el más débil que oprimir a otros. Danos esta actitud, para que se manifieste en muchos y se hagan cristianos, no solo en sus palabras y pensamientos, sino cristianos de corazón, amando a sus prójimos en unidad con el Salvador, en cada paso del camino. Amén.
Publicada enOracion