Proverbios 3:5-6
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no estribes en tu prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas” (Proverbios 3:5-6)*. Este versículo nos transmite un mensaje importante: Con que confiemos en Dios de todo corazón, Él nos guiará hacia adelante. En esta sociedad compleja y tentadora, a menudo nos enfrentamos a diversos problemas y desafíos que nos obligan a tomar decisiones. Solemos pensar que somos lo suficientemente inteligentes para afrontar los desafíos de la vida. Sin embargo, este versículo nos recuerda que debemos confiar de todo corazón en Dios en vez de confiar demasiado en nuestra propia sabiduría. Porque nosotros los seres humanos somos incompetentes y nuestra sabiduría es limitada, sólo Dios tiene la autoridad y el poder, Él domina todo y controla todas las cosas, y es nuestra única confianza y ayuda. Cuando realmente confiamos en Dios, podemos obtener Su guía. No importa las dificultades y desafíos que enfrentemos, hay una manera de resolverlos. Así como la Biblia registra que Dios le ordenó a Noé que construyera un arca. Aunque enfrentó muchas dificultades y desafíos al construir el arca, Noé pudo obedecer a Dios y escuchar Sus palabras, no confió en su propia inteligencia, sino que buscó y confió en Dios en todas las cosas. Como resultado, bajo la guía de Dios, Noé completó su misión según lo previsto. Noé y su familia entraron en el arca cuando el diluvio destruyó el mundo y fueron protegidos por Dios. Así también como la historia de Josué, quien guió a los israelitas a atravesar el río Jordán. En aquel tiempo, el agua del río subía sobre ambas orillas, Josué no lo cruzó basándose en sus propios conceptos ni en su imaginación, ni en su propia sabiduría y experiencia. En cambio, Miró a Dios y confió en Él con todo su corazón y obedeció la guía de Dios. Ordenó a los sacerdotes que llevaban el arca del pacto que siguieran adelante. Cuando los sacerdotes que llevaban el arca del pacto entraron en el río Jordán, el agua que fluía aguas arriba del río se detuvo inmediatamente y el agua que fluía aguas abajo se cortó por completo. Los israelitas pasaron por tierra seca en el río. A partir de estos ejemplos, podemos ver que no importa las circunstancias difíciles que encontremos, con que confiemos verdaderamente en Dios y no en nuestra propia sabiduría y experiencia, Dios nos guiará en el camino que tenemos por delante y nos ayudará a superar diversas dificultades.