Confía en Dios, confía en ti, y tu corazón, no creas ciegamente en tus razones, en ocasiones nuestras razones limitan nuestra inteligencia y terminamos más desorientado que edificado, es mejor simplemente abrirse a las posibilidades, valora todo a tu alrededor, incluso la posición de los demás, eso creará en ti las condiciones para saber disuadir cualquier situación, supera cada día más tus prejuicios; ten FE en Dios. Padre, hijo y espíritu santo. Dios te bendice

por Rafael Osorio.

Buenos días.

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