“Me sacarás de la red que en secreto me han tendido; porque tú eres mi refugio” (Salmos 31:4).
“Porque tú has puesto á Jehová, que es mi esperanza. Al Altísimo por tu habitación, No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada” (Salmos 91:9-10).*
“Muchos son los males del justo; Mas de todos ellos lo librará Jehová. El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado” (Salmos 34:19-20).*
“Tú eres mi escondedero y mi escudo; en tu palabra espero” (Salmos 119:114).
“Tú pues alumbrarás mi lámpara: Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas” (Salmos 18:28).*
“Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento” (Salmos 23:4).
“Porque en el día de la angustia me esconderá en su tabernáculo; en lo secreto de su tienda me ocultará; sobre una roca me pondrá en alto” (Salmos 27:5).
“Protégeme, oh Dios, pues en ti me refugio” (Salmos 16:1).
“Jehová guardará tu salida y tu entrada, Desde ahora y para siempre” (Salmos 121:8).*
“Jehová te guardará de todo mal: El guardará tu alma” (Salmos 121:7).*
“Jehová es mi fortaleza y mi escudo: En él esperó mi corazón, y fuí ayudado; Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi canción le alabaré” (Salmos 28:7).*
“Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino” (Salmos 119:105).
“Alzaré mis ojos á los montes, De donde vendrá mi socorro. Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra” (Salmos 121:1-2).*
“Jehová es mi pastor; nada me faltará” (Salmos 23:1).*
“Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones” (Salmos 46:1).
“Dios es el que me ayuda; el Señor es el que sostiene mi alma” (Salmos 54:4).
“Oh Dios, no estés lejos de mí; Dios mío, apresúrate a socorrerme” (Salmos 71:12).
“Ayúdame, Jehová Dios mío: Sálvame conforme á tu misericordia” (Salmos 109:26).*