A partir de esta frase, podemos saber que el Señor Jesús nos requiere vivir siempre en Él y dejar que Sus palabras residan siempre en nuestros corazones, para que podamos mantener una relación normal con Dios y que nuestras oraciones puedan ser respondidas por Dios. Todos los que creen en el Señor desean vivir en el Señor y mantener una relación estrecha con Él. Sin embargo, alcanzar esta meta no es una teoría o retórica vaga y vacía, sino que debemos tener las palabras de Dios dentro de nosotros. Es decir, vivir en el Señor y tener una relación normal con Él se basan en las palabras de Dios. Mientras tenemos las palabras de Dios arraigadas dentro de nosotros, podemos reflexionarlas a menudo y comprender la voluntad y los requisitos de Dios en ellas. Si buscamos y oramos a Dios de acuerdo con la voluntad y los requisitos de Él, seguramente obtendremos la aprobación de Dios y nuestra relación con Él es cada vez más estrecha.
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