Alice Cooper, una leyenda del rock, atribuye su recuperación del alcoholismo a su fe cristiana, tras decidir cambiar su estilo de vida hace casi 40 años cuando se encontraba en una situación desesperada.
En ese momento, estaba perdiendo el control debido a la fama y las fiestas que lo llevaron al borde de la destrucción. Fue la intervención de Dios lo que cambió su vida por completo, y de la cual le mantiene con vida en la actualidad.
Cooper recuerda haber compartido momentos de exceso con figuras como Jim Morrison y Jimi Hendrix, pero después de ver cómo murieron jóvenes, se enfrentó a una encrucijada que lo llevó a entregar su vida a Jesús.
Su esposa y su manager organizaron una intervención en 1977 cuando Cooper estaba en el punto más bajo, vomitando sangre debido a su adicción. Fue ingresado en un sanatorio en Nueva York para recuperarse.
Durante su estancia en el instituto, Cooper afirma que Dios le quitó el deseo de beber de manera sobrenatural. Después de solo dos días, se sintió genial y nunca volvió a recurrir al alcohol o las drogas.
Acredita a su fe en Jesús por esta transformación, que lo ayudó a superar completamente su adicción y a cambiar su vida de manera profunda.
“Han pasado 39 años, 38 años. Y luego Dios literalmente me quitó eso”, le dijo al pastor Greg Laurie.
“La gente dice: ‘Eres un alcohólico curado’. Y yo digo: ‘No, yo era un alcohólico curado’. Dios me quitó eso”, explicó. “Hasta el médico me dijo: ‘No hay manera de que no te caigas del carro al menos tres o cuatro veces porque eres el clásico alcohólico’. Y yo le dije: ‘Lo que no entiendes es que Dios me quitó esto… Es un milagro’”, aseguró.
“Después de un tiempo, me dijeron: ‘¿Sabes qué? Dios te quitó eso… Todo en tu vida debe ser un engaño. Eso es lo que hacen los alcohólicos y los drogadictos. Fingen que están curados, pero aquí están haciendo esto y aquello’”, añadió.
Cooper describió su transformación personal como un milagro, enfatizando que hasta sus médicos reconocieron la intervención divina en su recuperación del alcoholismo y las drogas.
Recordó que, en un momento de profunda disfunción, vio sangre saliendo de sus ojos mientras consumía cocaína solo en su habitación, lo que lo llevó a clamar a Dios por ayuda. Este momento de desesperación marcó un punto de inflexión en su vida, resultando en una conversión que él considera extraordinaria y única.
“Mi esposa y yo somos cristianos ahora. Mi padre era pastor, mi abuelo era evangelista. Crecí en la iglesia, me alejé de ella lo más que pude, casi muero, y luego volví a la iglesia”, explicó el artista de 70 años.
Cooper ahora utiliza su plataforma para advertir sobre la realidad de Satanás y promover el amor de Dios entre los jóvenes. Destaca que Satanás no es un mito y es importante ser consciente de su influencia.
También busca que más personas conozcan a Jesucristo, expresando su preocupación de que muchos jóvenes no comprenden quién es y cómo Jesucristo ha sido el personaje más escrito en la historia.
“Creo que es porque no quieren renunciar a su divinidad. Creen en la versión hollywoodense de ‘Hago más bien que mal’. Y yo digo que Satanás te tiene justo donde quiere. ‘[Jesús dijo] Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, y nadie viene al Padre sino por Mí’. Esas son las palabras más verdaderas jamás dichas. ¿Cómo puedes negarlo?”, finalizó.
