Te entrego este día, Señor, y confío en Tu promesa de que Tu gracia es suficiente para todas mis necesidades. Hoy, te pido que me uses como instrumento de Tu paz y amor, para que mis palabras y acciones reflejen Tu voluntad y Tu bondad.
Gracias por Tu fidelidad, por tu perdón, y por Tu constante presencia en mi vida. Como dice 2 Corintios 12:9, «Mi gracia es suficiente para ti, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.» Te agradezco por Tu gracia que me fortalece, incluso en mis momentos más difíciles.
Que en todo lo que haga hoy, Tu gloria se manifieste, y que pueda ser una bendición para los demás. En el nombre de Jesús, Amén.