En medio de las pruebas, las palabras de Jesús en Juan 14:27 resuenan con esperanza y consuelo, dándonos esa paz que el mundo no puede ofrecer. Es una paz que nos fortalece, nos asegura y nos capacita para vivir conforme a Su voluntad, confiando plenamente en Su soberanía.Nuestra oración refleja un deseo profundo de avivamiento y de un corazón ardiente por el Señor. El Espíritu Santo es quien nos guía y nos llena de poder para vivir en santidad y obediencia, y es Él quien nos capacita para cumplir con los planes y propósitos de Dios. Que cada día más, nuestra vida sea un reflejo de esa paz transformadora y de un corazón lleno de amor y gratitud hacia Él.Dios tiene grandes planes para nosotros, y la oración de confiar en Su voluntad, de ser una herramienta para el ministerio, de ver la restauración y liberación, es un eco de lo que Él ya tiene preparado para nosotros y para cada iglesia. ¡Que seguir creciendo en la fe y en el conocimiento del Señor!Recuerda que esa paz de Jesús no depende de las circunstancias externas, sino de Su presencia constante en nuestras vidas.Que Su Espíritu nos guíe y fortalezca cada día para vivir conforme a Su llamado y en su perfecto amor.