Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.» Mateo 5:9 (RVR 1960) Este pasaje de las Escrituras deja en claro que los pacificadores son bienaventurados porque realizan una obra característica de Dios, que es hacer la paz. Sin embargo, la paz que la Biblia llama bendita no viene de evadir las situaciones conflictivas, sino de tratarlas y conquistarlas. Por lo tanto, esta bienaventuranza no demanda una aceptación pasiva de las cosas por miedo a los contratiempos que pueda traer el hecho de confrontarlas, sino que exige enfrentarlas activamente y hacer que estas terminen en paz. «La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.» Juan 14:27 (NVI)