¿Que produce tu obediencia a Dios?
Daniel 3:8 Por esto en aquel tiempo algunos varones caldeos vinieron y acusaron maliciosamente a los judíos. 9 Hablaron y dijeron al rey Nabucodonosor: Rey, para siempre vive. 10 Tú, oh rey, has dado una ley que todo hombre, al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, se postre y adore la estatua de oro; 11 y el que no se postre y adore, sea echado dentro de un horno de fuego ardiendo. 12 Hay unos varones judíos, los cuales pusiste sobre los negocios de la provincia de Babilonia: Sadrac, Mesac y Abed-nego; estos varones, oh rey, no te han respetado; no adoran tus dioses, ni adoran la estatua de oro que has levantado. 13 Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo que le trajesen a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Al instante fueron traídos estos varones delante del rey. 14 Habló Nabucodonosor y les dijo: ¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que vosotros no honráis a mi dios, ni adoráis la estatua de oro que he levantado? 15 Ahora, pues, ¿estáis dispuestos para que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos? 16 Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto. 17 He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.
Cuando somos obedientes al Señor eso trae recompensa. A Daniel y sus amigos los trajeron cautivos desde Israel hasta Babilonia. Ellos decidieron no contaminarse con la comida del Rey y comer legumbres para mantenerse agradando al Señor. Eso produjo que sus rostros y su entendimiento fuera mejor que la de los demás. El Rey lo puso como administradores de sus negocios. Cuando el Rey tuvo un sueño que el rey había olvidado, solamente Daniel pudo interpretarlo. Solamente el Señor pudo revelárselo. Pero se levantaron en contra ellos y quisieron ponerles trampas en diversos momentos. A los tres amigos de Daniel quisieron obligarlos a postrarse ante una estatua de oro pero ellos siguieron creyendo al Señor y fueron obedientes al Señor. Aunque los amenazaron y calentaron el horno 7 veces más, ellos prefirieron mantenerse fieles al Señor. Su obediencia al Señor produjo que fueran exaltados y que el Señor fuera enaltecido. Dios es el creador del fuego y no permitió que les hiciera daño y hasta estuvo entre el fuego con ellos. Salieron ilesos sin oler ni siquiera a humo. Por ese testimonio el rey tuvo que formular decreto de que solamente se adorare al Dios de esos hombres. La obediencia produce muerte al enemigo. Vamos a seguir creyendo al Señor. Aunque no podemos ver es importante confiar en el Señor.
Prédica: Pastora Martina Mieses
9/13/2024
