Un pastor de Arizona que recibió un disparo en la cabeza mientras predicaba en la calle el año pasado está hablando y agradeciendo a Dios por su milagrosa supervivencia.
“Es un milagro, absolutamente un milagro”, dijo Hans Schmidt a KNXV-TV sobre la terrible experiencia. “No debería estar vivo. Siendo realistas, debería estar muerto. Y gracias a Su gracia y Su amor, todavía estoy aquí”.
Como informó anteriormente CBN News, Schmidt, un padre de dos hijos de 26 años, un veterano de combate militar y director de extensión en Victory Chapel First Phoenix en Arizona, fue llevado al hospital el 15 de noviembre de 2023, bajo sospecha de haber sido agredido.
Pero una tomografía computarizada reveló que le habían disparado en la cabeza. El estado de salud de Schmidt se deterioró rápidamente, mientras su familia oraba por un milagro e imploraba a otros que hicieran lo mismo.
La esposa de Schmidt, Zulya, le contó a CBN News a fines del año pasado sobre los eventos que rodearon la impactante experiencia, y señaló que el tiroteo ocurrió mientras Hans predicaba en la calle como lo había hecho con frecuencia.
“Ha estado haciendo eso durante más de un año y, por lo general, predica en la calle durante 30 minutos antes de cada servicio vespertino de nuestra iglesia”, dijo. “Ese día, terminó su predicación en la calle antes de tiempo y me pareció extraño”.
Schmidt dijo que Hans cargó el sistema de sonido en el auto después de recibir el disparo y se dirigió a la iglesia. De repente, se dio cuenta de que sangraba y supuso que alguien le había arrojado una botella mientras hablaba o lo había herido de alguna otra manera similar.
Pero pronto se enteraría de que estaba ocurriendo algo mucho más siniestro.
Schmidt le contó a KNXV-TV esta semana detalles de su experiencia: un encuentro peligroso y cercano a la muerte que lo dejó luchando por su vida.
“Recuerdo que me caí de rodillas y después de eso pensé: ‘Oh, algo no está bien’”, dijo Schmidt al medio sobre los momentos posteriores al tiroteo. “Tomé todo mi equipo, lo volví a poner en el auto y conduje de regreso a la iglesia”.
Recordó que intentó hablar con Zulya, pero no le salían las palabras. Fue entonces cuando lo llevaron al hospital, donde descubrieron la bala y lo pusieron en un soporte vital y en coma inducido.
Ante la terrible situación, tanto las autoridades como los profesionales médicos asumieron que moriría.
Sin embargo, gracias a la oración y la intervención médica, Schmidt superó las probabilidades; regresó a casa solo unos meses después, en enero, y continuó su camino hacia la recuperación.
Todavía quedan fragmentos de bala dentro de su cerebro, ya que era demasiado arriesgado extraer todos los pedazos.
En cuanto al individuo que disparó contra Schmidt, la policía sigue buscando sospechosos. Pero eso no ha impedido que el evangelista haga dos cosas: volver a la esquina a predicar y perdonar.
“No creo que guardarle rencor vaya a cambiar nada”, dijo Schmidt a KNXV-TV . “Creo que es importante perdonar a la gente. Y yo lo perdono”.
Finalmente, los médicos dijeron que Schmidt, que asiste a fisioterapia y terapia del habla, pronto regresará a una vida relativamente normal, algo por lo que personas de todo el país y el mundo han orado.
Antes de su curación, Zulya le dijo a CBN News que ella y su familia pedían fervientemente al Señor que hiciera un milagro. Era una esperanza a la que se aferraba con valentía incluso en los momentos más inciertos.
“Tenemos esperanza, estamos orando y estamos luchando por una recuperación sobrenatural”, dijo en ese momento. “Pero todavía hay muchas cosas desconocidas, mucha incertidumbre”.
Sin embargo, enfatizó que había esperanza, y que esa esperanza dio sus frutos.
