El comediante y veterano astro de la televisión Tim Allen habla abiertamente de su “increíble” experiencia al leer la Biblia de principio a fin, una experiencia que describió como “para nada lo que esperaba”.
Allen, de 71 años, ha hablado abiertamente de su fe en el pasado, como informó CBN News.
En esta última publicación, que compartió en su cuenta personal X, la estrella de “Toy Story” reveló que casi ha terminado de leer el Antiguo Testamento en la Biblia de Jerusalén, una traducción católica de las Sagradas Escrituras. Ahora planea comenzar a leer el Nuevo Testamento.
“Nunca me he tomado el tiempo en todos mis años para leer y realmente leer la Biblia”, escribió. “Actualmente estoy casi terminando el Antiguo Testamento de la Biblia de Jerusalén y casi terminé con los Profetas. Ahora me queda el Nuevo Testamento. Hasta ahora es asombroso y no es para nada lo que esperaba”.
La celebridad dijo en 2022 que quería que la fe fuera central en la serie de Disney+ “The Santa Clauses”, un spin-off de la película de los años 90, “The Santa Clause”, en la que Allen interpretó a Santa Claus.
Como informó CBN News en su momento , Allen le dijo a The Wrap que la trama original del programa presentaba algunos temas que no le gustaban. En cambio, quería que la historia cristiana tuviera un papel principal en la serie.
“Al principio tenía muchos personajes de otro mundo, fantasmas y duendes”, dijo Allen. “Dije: ‘No, esto es Navidad. Es Navidad. Literalmente es una fiesta religiosa’. No tenemos que hacer alarde de ello, pero quiero que lo reconozcan: de eso se trata. Si quieren adentrarse en Santa Claus, tienen que remontarse a la historia, y todo gira en torno a la religión”.
En 2011, durante una entrevista con Elizabeth Vargas del programa “20/20” de ABC, Allen dijo que comenzó a cuestionar a Dios y la fe después de que su padre fuera atropellado fatalmente por un conductor ebrio cuando el actor tenía solo 11 años.
Allen dijo que durante años fue un asiduo a la iglesia, pero admitió que no le gustaba “la idea de Dios” y que era “constantemente cínico” en cuestiones de fe. Pero finalmente cambió de opinión y comenzó a ver a Dios como lo que él llamaba “El Constructor”.
“Siempre le pregunto al Constructor: ‘¿Qué querías que hiciera?’”, dijo en ese momento. “Y lo hago, pero hay que estar preparado para la respuesta”.
