Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen. Mateo 5:44

El Señor Jesús dijo: “Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen” (Mateo 5:44). Esto es lo que el Señor Jesús nos enseñó. Pero mucha gente no sabe a quiénes se refieren los “enemigos” y “los que nos persiguen” mencionados por el Señor Jesús. Algunas personas oran por el régimen satánico del diablo que odia a Dios, y oran por la gente malvada que se resiste a Dios, e incluso por la que blasfema contra Dios. Esto es completamente contra la voluntad de Dios. Para aclarar este tema, primero debemos saber que el objeto de la obra y la salvación de Dios es la humanidad corrompida por Satanás, no Satanás ni el diablo que engaña y corrompe a la humanidad. En la historia de la humanidad, todos los regímenes satánicos y los reyes demoníacos del mundo que se resistieron a Dios y persiguieron al pueblo escogido de Dios han sido castigados por Él. Dios no tiene piedad de ellos, solo maldición y destrucción. Con base en este hecho, podemos estar seguros que el “amor a los enemigos” que dijo el Señor Jesús definitivamente no se refería a Satanás y el diablo, ni se refería al régimen satánico que es hostil a Dios, porque el Señor Jesús nunca dijo que amaría a Satanás, que oraría por el régimen satánico que se resistía a Dios, y mucho menos dijo que salvaría a ellos. Entonces ¿quiénes son los “enemigos” que nos enseñó a amar el Señor Jesús? Todos hemos visto que los seres humanos han sido corrompidos demasiado profundamente por Satanás, todos vivimos en pecado, negamos a Dios, nos resistimos a Dios y juzgamos a Dios. Sin el amor de Dios y la salvación de Dios, todos seremos destruidos por Dios. Pero entre los seres humanos corrompidos por Satanás, hay algunos que están dispuestos a escuchar la voz de Dios y que pueden aceptar Su verdad, estas personas son las ovejas de Dios, son las personas que Dios quiere salvar. Antes de escuchar las palabras de Dios y el camino de la verdad, no entendían la voluntad de Dios, y no conocían a Él, juzgaron la obra de Dios por haber sido engañados por Satanás, pero no odiaban a Dios, ni se oponían directamente a Dios. Después de escuchar las palabras de Dios y la verdad, pueden volverse a Dios y aceptar la verdad. Por esas personas, debemos orar por ellas y pedirle a Dios que las conmueva a confesar sus pecados, arrepentirse y volver a Dios. Este tipo de práctica está en línea con Dios. Se puede ver que cuando el Señor Jesús dijo “amad a vuestros enemigos”, los “enemigos” aquí se refieren a los seres humanos que Dios quiere salvar, y a los seres humanos que pueden salvarse, y definitivamente no a Satanás y el diablo. Leemos un pasaje de las palabras de Dios para ver qué tipo de seres humanos Dios quiere salvar.

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