El trágico incidente en el que Sonya Massey, de 36 años, fue asesinada a tiros por un agente del sheriff en su casa en Springfield, Illinois, después de reprenderlo “en el nombre de Jesús”, ha generado preocupaciones sobre el papel de la raza en su muerte.
Massey, una mujer negra, fue víctima de Sean Grayson, ex ayudante del sheriff del condado de Sangamon, mientras respondía a una llamada sobre un presunto merodeador en su hogar el 6 de julio.
En una entrevista con CBS Evening News, su hijo, Malachi Hill Massey, de 17 años, y su madre, Donna Massey, expresaron que creen que Sonya podría haber sobrevivido si no hubiera sido negra.
El 6 de julio, Sonya Massey, una mujer negra, fue asesinada a tiros por el ex ayudante del sheriff del condado de Sangamon, Sean Grayson, en Springfield, Illinois.
El encuentro comenzó cuando los agentes respondieron a una llamada sobre un merodeador en la casa de Massey.
Las imágenes de la cámara corporal muestran cómo la situación se volvió mortal después de que Massey reprendiera a Grayson “en el nombre de Jesús”.
A pesar de que ella sostenía una olla con agua hirviendo y la había soltado, Grayson disparó varias veces, y en el video, confirmó que le disparó en la cabeza.
La trágica muerte de Sonya a manos del ex ayudante del sheriff Grayson en Springfield, Illinois, ha dejado a su familia devastada. Sonya, miembro de la Segunda Iglesia Bautista Timoteo, luchaba contra el lupus y había sido diagnosticada con esquizofrenia paranoide días antes del incidente.
La esquizofrenia paranoide, un subtipo de esquizofrenia, afecta principalmente a mujeres de 25 a 35 años, causando dificultades para distinguir la realidad de la fantasía, alucinaciones y delirios.
Donna Massey, madre de Sonya, insiste en que su hija no merecía morir a manos de Grayson. Aunque no ha tenido la fuerza para ver la grabación de su muerte, recuerda a Sonya como una persona inteligente y desinteresada.
Por otro lado, Malachi, hijo de Sonya, la describe como cariñosa y enérgica. A pesar de la tragedia, la familia espera que Grayson reciba el castigo adecuado por su acción imprudente e injustificable.
El gran jurado acusó a Grayson de asesinato en primer grado, agresión agravada con arma de fuego y mala conducta oficial.
El sheriff del condado de Sangamon, Jack Campbell, calificó el tiroteo como “injustificable e imprudente”, y confía en que el proceso legal brinde respuestas y justicia a la familia de Sonya.