Dios siempre da más de lo que esperamos, no soy ejemplo del que tiene más FE, pero si de que he sido grandemente bendecido; vivo con FE y temor a Dios, y su divina providencia me suplirá de cosas que jamás imagine y me llevará a lugares que jamás soñe; hoy como siempre, encomiendo a Dios mis caminos, que su luz ilumine nuestros anhelos. Y que jamás se aparte de mi.gracias papá por este nuevo amanecer. Dios te bendice, por Rafael Osorio.
En la vida, ante las dificultades y los desafíos, ¿cómo debemos buscar comprender la voluntad de Dios y tener una actitud correcta para obtener la paz y el gozo de Dios? ¡Lee la siguiente explicación sobre el Salmo 37:4 para descubrir la manera!
“Pon tu delicia en el Señor, y Él te dará las peticiones de tu corazón” (Salmos 37:4). Este versículo fue escrito por el rey David cuando enfrentó la prosperidad de los malvados y sus propias dificultades, en el día de hoy, lo usan para animarse a mantener una actitud correcta en la vida, confiar en Dios en todo, buscar acercarse a Dios y obedecer la voluntad de Dios, y creer que Dios responderá a los deseos de nuestro corazón, esto nos ayudará a encontrar la paz interior y el gozo en nuestras vidas. Porque Dios es el mayor gozo y satisfacción en nuestra vida, Dios es fiel, omnipotente y omnisciente, y además un Dios amoroso, Él conoce las necesidades de nuestro corazón, Él puede suplir nuestras necesidades, y Él está dispuesto a suplir nuestras necesidades. Pero Dios no necesariamente logra las cosas de acuerdo a nuestro método o tiempo, Él tiene sus propios planes y arreglos, y Él ve más lejos y mejor de lo que imaginamos. Dios a veces nos permite experimentar algunas dificultades, desafíos, pruebas y reveses para perfeccionar nuestra fe, paciencia y obediencia. Lo que tenemos que hacer es no dudar, no quejarnos, y mucho menos rendirnos, sino confiar, creer, esperar y obedecer. Tenemos que esperar el tiempo y la manera de Dios en que nos da lo que deseamos, en lugar de usar nuestra propia fuerza o sabiduría. Debemos encomendar nuestro camino a Dios y confiamos en Él, nos sometemos a Su dirección y esperamos con paciencia, sin impaciencia ni ansiedad, creyendo que Dios cumplirá los deseos de nuestro corazón según Su buena voluntad.