Mas los que esperan á Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán.* Isaías 40:31

¿Eres una persona que espera en Dios? Tal vez dirás «por supuesto» sin pensar. Entonces, ¿puedes «levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán»? Quizá guardes silencio. ¿Por qué algunas personas que esperan en Dios no pueden «levantarán las alas como águilas», «levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán»? Hay una razón fundamental aquí, porque no han obtenido nuevas fuerzas. Entonces, ¿cómo podemos obtenerlas? Todos sabemos que Dios es siempre nuevo y nunca viejo. Desde la creación del mundo, Dios ha estado haciendo nuevas obras para guiar y salvar a los hombres. Si los hombres no pueden seguir los pasos de Dios al realizar una nueva obra, surgirá la situación como “Los mancebos se fatigan y se cansan, los mozos flaquean y caen” (Isaías 40:30).* De lo contrario, aparecerá “Mas los que esperan á Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán”.* Al igual que en la Era de la Gracia, el Señor Jesús llevó a cabo una nueva obra basada en la obra de la Era de la Ley, -la obra de la redención-. El Señor Jesús expresó muchas verdades y le dio a la gente el camino del arrepentimiento. Aquellos que siguieron al Señor Jesús y aceptaron la nueva obra de Dios han disfrutado de la paz y el gozo que produce la obra del Espíritu Santo, han tenido una manera de practicar en las cosas que han encontrado y sus vidas han sido abastecidas con agua viva, han ganado fe y fortaleza en la nueva obra de Dios. Mientras que aquellos que sólo aguantaron la obra de la Era de la Ley, aquellos que no aceptaron la obra del Señor Jesús, como los sacerdotes y fariseos judíos, y el pueblo judío que seguía a los fariseos, perdieron la obra de el Espíritu Santo y fueron eliminados por la nueva obra de Dios, incluso el templo que originalmente estaba lleno de la gloria de Jehová también se ha convertido en una «cueva de ladrones». De aquí se puede ver que poder seguir los pasos de la nueva obra de Dios es muy crucial para nuestra salvación.

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