Pídele a Dios que en este maravilloso día puedas detenerte a reflexionar sobre tus actuaciones guiadas por otro, que puedas poner en justo balance lo que estás haciendo para "cumplir" con los demás, sin mirar que tanto te descompensa como persona, observa, piensa y rectifica; no dañes a nadie, menos para saciar el interés ajeno, sin importar cercanía, no te falles a ti mismo, camina por la vida dejando sonrisa y sirviendole a Dios. El espiritu Santo contigo. Dios te bendice.

por Rafael Osorio.

Buenos días.

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