Investigadores en Israel dicen haber encontrado evidencia del campo de batalla en las afueras de Jerusalén, donde se cree que cayó el poderoso ejército asirio del que habla 2 Crónicas 32:21 e Isaías 37:36 por medio de una “masacre angelical” tras una oración de Ezequías a Dios.
En el capítulo 19 del libro de 2 Reyes, el rey Ezequías de Judá se encuentra cara a cara con el rey Senaquerib de Asiria, un enemigo formidable. El ejército asirio estaba al borde de Jerusalén, y en medio de la crisis, Ezequías recurrió a la oración para pedir protección al Señor. Sorprendentemente, su petición fue respondida y el enemigo fue derrotado.
Según el arqueólogo Stephen Compton, utilizando tecnologías cartográficas modernas, ha encontrado evidencia que respalda la teoría de que la matanza sobrenatural ocurrió aproximadamente hace 2.700 años.
Tras realizar un estudio detallado del sitio, Compton concluyó que este fue abandonado después de la invasión de Senaquerib y que no había presencia humana en el área durante al menos 2.600 años, según informó el Daily Mail UK.
«El hallazgo ha allanado el camino para que los investigadores localicen otros sitios militares similares en el área y esperan que conduzca al descubrimiento de ciudades antiguas que fueron destruidas por el Imperio Asirio», dice el estudio.
Durante muchos años, numerosos investigadores han explorado la región en busca de pruebas arqueológicas de esta batalla, así como de antiguas ciudades que se cree que fueron destruidas por los asirios.
Hasta ahora, solo se conocía la existencia de otro campamento militar en el área donde se supone que Senaquerib y sus tropas fueron vencidos por el ángel del Señor, pero ahora Compton ha descubierto el campamento principal ubicado fuera de los muros de Jerusalén.
Lo más destacado para su identificación es su forma ovalada, en contraste con la forma rectangular común en los campamentos romanos de la región.
“Los campamentos militares romanos siempre fueron rectangulares, mientras que éstos eran ovalados, la forma característica de los campamentos asirios”, escribió una vez Compton en una declaración pública.
«En algunos casos, también ha sido posible utilizar los campos recién descubiertos para localizar los sitios de ciudades antiguas que se sabía que habían sido asediadas por los asirios pero cuya ubicación era desconocida o incierta», añadió.
A medida que avanza la tecnología, se encuentra cada vez más evidencia que respalda la exactitud histórica de la Biblia, desde los Rollos del Mar Muerto hasta el descubrimiento del campamento del ejército asirio de Senaquerib.
La veracidad de la Palabra de Dios sigue siendo confirmada en diferentes hallazgos arqueológicos.
