Las palabras de Dios nos dicen que confiar y mirar a Dios es una forma de resolver las dificultades y los problemas que encontramos. Dios es un Dios fiel. Mientras confiemos sinceramente en Él y le entreguemos todo a Él, podremos recibir Su guía y dirección, encontrar un camino hacia adelante sin importar el entorno con que nos topemos en este oscuro y perverso mundo, y no nos perderemos
Él conoce las dificultades y la impotencia en que vivimos, y está dispuesto a llevar nuestras preocupaciones y cargas. Así que, siempre que le entreguemos todas nuestras preocupaciones y confiemos verdaderamente en Él, con seguridad, Dios cuidará de nosotros, nos ayudará, nos guiará fuera de las dificultades, y nos traerá paz interior y tranquilidad. Dios dice: “Guarda silencio en Mí, porque Yo soy tu Dios, vuestro único Redentor. Debéis acallar vuestros corazones en todo momento y vivir dentro de Mí; Yo soy tu roca, vuestro contrafuerte.