Los recientes sucesos en Rio Grande do Sul han llevado al pastor Joel Engel a reflexionar más profundamente sobre el fin de los tiempos.
En una conferencia en Santa María el martes pasado, habló sobre las señales celestiales y su impacto en la Tierra, haciendo hincapié en la necesidad de un llamado urgente después de días de fuertes lluvias e inundaciones sin precedentes.
Engel, quien ha estado ayudando a las familias afectadas en RS, compartió una experiencia que tuvo con Dios durante la crisis: «¡Señor, el pueblo no puede soportar esto más!», exclamó en oración, expresando su preocupación por las inundaciones que estaban a punto de desbordar una segunda presa.
Entonces Dios le respondió: «Deja de cobrarme por algo que no estoy haciendo».
«¿Tendría el hombre el poder de provocar esto?», reflexionó el pastor.
Fue entonces cuando se sintió “sacudido” por Dios: “Hay que orar para que lo que está oculto salga a la luz. La gente debe conocer la verdad que libera”.
Luego reflexionó: “Jesús dijo que cuando comiencen a suceder señales y cosas extrañas en la tierra, debemos mirar al cielo, porque la redención está llegando”.
Según Engel, las señales en el cielo tienen tres propósitos principales: son una advertencia, marcan tiempos específicos y guían en la organización del calendario.
Además, mencionó dos pasajes bíblicos que respaldan su perspectiva apocalíptica: Lucas 21:11 y Lucas 21:25-28, los cuales describen eventos que precederán a la segunda venida de Cristo, como terremotos, hambrunas, pestes y fenómenos celestiales.
“Cuando estas cosas comiencen a suceder, levántense y alcen la cabeza, porque su redención se acercará. Las señales no sirven para asustar”, destacó, citando Jeremías 10:2.
“Para nosotros, estas señales sólo indican que la venida del Señor está cada vez más cerca. Cuanto peor se pone, más cerca estamos del gran día”, explicó el pastor.
Engel mencionó el pasaje de Joel 2:30-32 que predice eventos sorprendentes en el cielo y la tierra, como sangre, fuego y nubes de humo. Se espera que el sol se oscurezca y la luna se tiña de rojo antes del día del Señor, un día temible.
Aquellos que invoquen el nombre del Señor serán salvos, con la promesa de salvación en Sión y Jerusalén para los supervivientes llamados por el Señor, advirtiendo sobre la proximidad de la Tercera Guerra Mundial y el regreso acelerado de Jesús.
“Jesús había hablado de terremotos, y a lo largo de la historia ha habido algunos. Pero en los últimos años ha sucedido con mucha más frecuencia y en lugares que nunca imaginamos: hubo un terremoto en Caxias do Sul, después de las inundaciones. Toda la tierra está siendo testigo de terremotos, rumores de guerra y otras señales”, dijo.
“Los cielos están dando señales. Y las señales están aumentando”, agregó.
El pastor también afirma que Dios llevará a cabo un nuevo comienzo, lo que en la tradición judía se conoce como Tikun Olam o el Día de la Redención. Se espera que lleguen nuevos cielos y una nueva tierra. Sin embargo, este proceso será gradual y progresivo, similar a los dolores de parto que se van intensificando con el tiempo.
“La agenda del mal está activa en el mundo y, ante esto, ¿cuál ha sido la respuesta de la Iglesia? ¿Hemos estado siguiendo la agenda de Dios o preocupándonos por nuestra propia prosperidad?”, expresó.
“Es hora de despertar. ¡La creación anhela la manifestación de los hijos de Dios!”, finalizó.
