CUENCA DEL RÍO AMAZONAS, Noroeste de Brasil – Una profunda transformación espiritual se está desarrollando en la Amazonia.
Durante siglos, la Iglesia Católica tuvo un cuasi monopolio en la región. Hoy, el cristianismo evangélico está transformando el tejido espiritual de la región, generando nuevos conversos e iglesias. CBN News viajó a la región amazónica del noroeste de Brasil para presenciarlo de primera mano para este informe exclusivo.
Deténgase en las orillas del río Amazonas y descubrirá más que el rico tapiz de la vida en medio del esplendor natural.
Para muchos, como Ramos, el río no es sólo un telón de fondo: es un santuario.
“Mi familia y yo crecimos aquí. Mi abuela, mi abuelo y mis padres vivieron y murieron en esta casa. Yo nací en esta casa y también voy a morir aquí”, dijo Ramos a CBN News.
Como residente del río Amazonas, de 83 años, Ramos se niega a cambiar su casa flotante de bambú por vivir en cualquier ciudad brasileña.
“Aquí es mucho más fresco que en la ciudad. No puedes caminar libremente en la ciudad. Es muy peligroso, hay muchos autos, mucha gente. Aquí soy libre. Mantengo mis ventanas abiertas. Las puertas siempre están abiertas. A mi edad, nunca me he enfrentado al peligro”, dijo Ramos.
La selva amazónica, que ocupa más de 15 millones de kilómetros cuadrados de Sudamérica, está en el noroeste de Brasil y sus aproximadamente 30 millones de habitantes están viviendo un renacimiento evangélico sin precedentes.
“Dios es todo para mí. Dios es mi padre y sin Jesús no soy nada”, nos dijo Ramos.
Ramos personifica este cambio espiritual.
Habiendo crecido como católico, recuerda cuando la fe dominaba su comunidad a orillas del río. Ya no es así.
El río Amazonas aquí en la parte norte de Brasil está lleno de cientos de estos pequeños afluentes que en esencia serpentean a través de la selva, y durante muchos años los cristianos evangélicos han estado atravesando estas aguas en un intento de llevar las buenas nuevas de Jesucristo al pueblo amazónico.
“Aquellos primeros días fueron definitivamente mucho, mucho más difíciles que hoy”, dijo Josué Bengtson, pastor de la Iglesia Cuadrangular de Belem.
Bengtson ha pasado décadas recorriendo la intrincada red del río, primero como misionero y luego como pastor difundiendo el mensaje evangélico de salvación.
“Cuando empezamos a evangelizar en esta región, teníamos apenas unos pocos trabajadores y, en algunos municipios, los pastores tenían que caminar entre 10 y 15 kilómetros para abrir una congregación”, dijo Bengtson a CBN News. “Hoy, casi todas las iglesias de tamaño mediano en la Amazonia tienen una pequeña embarcación”.
Bengtson ayudó a establecer una de las primeras iglesias Cuadrangulares del Amazonas.
Hoy en día, dice que la presencia evangélica aquí es innegable, con 3.200 congregaciones Cuadrangulares floreciendo solamente en la región.
“En los primeros seis meses de este año bautizamos a 14.500 personas. Nuestro objetivo para este año es bautizar a más de 30.000 personas”, dijo Bengtson.
Obtuvimos un video que captura un notable bautismo masivo en el río Amazonas, donde cientos de personas, incluidos hombres, mujeres, ancianos, jóvenes y niños, profesan públicamente su fe en Jesucristo.
Y este crecimiento va más allá de los números, llegando a los corazones de muchos como Esequiel Santo.
“Tenía 15 años cuando Dios me llamó para alcanzar a los pueblos no alcanzados de la Amazonía”, dijo Santo a CBN News.
Santo pasó 32 años como misionero en el interior de la selva.
“Uno de los mayores desafíos fue el aislamiento y la adaptación a vivir entre las comunidades indígenas o ribereñas”, dijo Santo. “Pero Dios estuvo con nosotros en la obra, vimos vidas transformadas, tanta gente escuchó el evangelio y ahora estamos viendo los frutos”.
Santo dice que compartir el evangelio aquí puede estar lleno de desafíos.
“Soy de Río de Janeiro y, como en aquel entonces no podía permitirme comprar un tiquete de avión, tuve que hacer un viaje en autobús de seis días hasta Belém. Desde allí, viajé en barco durante otros seis días hasta las afueras de la cuenca del Amazonas”, dijo Santo. “Una vez que llegué allí, necesité al menos 15 días en canoa, no en un barco a motor, para remar río arriba por el río Solimões y el río Purús, hasta llegar a las comunidades remotas donde trabajamos. A veces, necesitábamos 35 días sólo para llegar a esas áreas remotas”.
José Eustaquio Alves, un destacado sociólogo brasileño, dice que las iglesias evangélicas aquí se benefician de pastores o misioneros de largo plazo como Santo, que fomentan profundos lazos comunitarios y su crecimiento.
“La Iglesia Católica tiene mucha dificultad en la formación de nuevos sacerdotes, por eso es muy común ver Iglesias católicas en la Amazonia pero que no hay suficientes sacerdotes para dirigir congregaciones”, dijo el Dr. Alves. “Un sacerdote va una vez al mes o una vez por semestre a la Amazonia y muchas veces está lejos de la comunidad. Los evangélicos, en cambio, forman rápidamente pastores que se integran a la comunidad y por mucho tiempo”.
Hoy en día, pequeñas iglesias evangélicas como ésta están surgiendo en comunidades remotas a orillas de los ríos.
“Creo que la reactivación que estábamos esperando aquí en Brasil está ocurriendo en la Amazonia”, afirmó Alves.
La senadora brasileña y pastora evangélica Damares Regina Alves ve este movimiento como un milagro que no sólo está transformando las prácticas espirituales, sino que también fomenta un sentido de comunidad y empoderamiento.
“Durante muchos años, la gente miraba hacia la Amazonia y solo veía ríos y árboles. Hoy, la gente está empezando a recordar que allí viven personas que necesitan ser atendidas, que necesitan escuchar el evangelio y cuyas vidas necesitan una transformación. La iglesia está haciendo que esta revolución suceda”, dijo Alves.
Los cristianos evangélicos a menudo deben recurrir a pequeñas canoas o embarcaciones de tamaño mediano para celebrar servicios religiosos y otras actividades ministeriales cuando llegan a regiones remotas.
Mientras tanto, equipos de iglesias de las principales ciudades de Brasil envían voluntarios aquí para realizar misiones educativas, humanitarias y médicas.
Esta actividad a menudo ayuda a presentar a las personas el mensaje del evangelio.
Estos pastores, misioneros y muchos otros que trabajan en esta vasta extensión creen que el cambio es más que un simple cambio en la práctica religiosa: es un movimiento que promete redefinir el panorama espiritual y social de la región para las generaciones venideras.