No tenemos el control sobre lo qué pasará, pero sí en cómo usamos nuestro tiempo. ¡Es una manera de reenfocar nuestra mente! ¿Qué tal ese proyecto que habías dejado a medias? ¿O ese hábito que deseabas cultivar? ¿O esa actividad en familia que querías hacer? ¡Este es el momento! Abraza este tiempo que sabemos de hoy, pero no del mañana. Recuerda dar el primer paso en Fé que las cosas se irán dando un paso a la vez.

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